Internet ha
abierto un mundo de posibilidades para el desarrollo de la actividad docente
dentro y fuera del aula. Un mundo en permanente cambio, ya que día tras día no
sólo se abren nuevas puertas sino que la tecnología que las sustenta evoluciona
a tal velocidad que hay que estar en siempre atento a cualquier novedad que nos
permita aplicar una nueva estrategia para que nuestros alumnos aprendan en
clase.
Facebook,
Twitter, Youtube, Instagra, Periscope, Google, Drive, aplicaciones, tutoriales, blogs, podcasts… en internet se puede encontrar de todo y todo se
comparte. Y ya no sólo desde nuestro ordenador porque de un tiempo a esta parte
la tablet y el móvil también se han convertido en herramientas habituales por
medio de las cuales alumno y docente pueden acceder a la información que
necesita para desarrollar su tarea.
Evidentemente,
la cuestión está en cómo gestionar adecuadamente esa tecnología en el aula.
Sobre todo si tenemos en cuenta que en los centros está prohibido el uso de
cualquier dispositivo electrónico, especialmente en el caso de los móviles por
las posibilidades (casi) nada educativas que supone el uso del Whassap. Al
menos no es el uso que nuestros alumnos le dan habitualmente dentro y fuera del
aula. E introduzco ese “casi” en la
frase porque, como cualquier tecnología, si está bien utilizada, podemos
incluirla en la práctica docente.
Por poner un
ejemplo práctico de una utilización adecuada, durante mis recientes prácticas
mi tutora estuvo introduciendo el tema del diálogo y sus diferentes variantes (la
entrevista, el debate, etc.) a sus alumnos de 1º de ESO, con diversos ejemplos
prácticos. Como añadido al tema yo incluí también el diálogo por Whassap, como
variante de un diálogo escrito, con sus diferencias y limitaciones con respecto
al diálogo oral, incluyendo además un simple ejemplo práctico que consistió en
la distribución de los alumnos por parejas para que entablaran entre ellos una
conversación corta.
En otro
momento, tanto con los alumnos de FP Básica como los 2º de Bachillerato, surgió
la posibilidad de utilizar la aplicación de la RAE como diccionario en el
móvil, algo que curiosamente para algunos les supuso toda una revelación ya que
ni siquiera habían pensado en la utilización del móvil de esa forma.
Sin embargo,
he de decir que, en lo que al centro en el que estuve se refiere, había muchas
limitaciones (cuando no directamente carencias) en el aula para aplicar las
herramientas TIC. En el aula en la que yo estaba había proyector pero no
funcionaba, mientras que en otras aulas directamente no había. Esto reduce
sensiblemente las posibilidades de unos docentes que han de ingeniárselas para
poder trasladar esas herramientas TIC a su actividad diaria, cuando no
simplemente obviarlas ya que su aplicación es prácticamente inviable.
Para
finalizar, resulta cada vez más evidente que los docentes debemos evolucionar junto
con nuestros alumnos para que nuestra materia sea más accesible y dinámica.
Claro está siempre que las circunstancias lo permitan. Si no… deberemos aguzar
el ingenio para sortear las dificultades que se nos presenten, porque opciones
siempre hay y al ritmo que fluye todo en lo tecnológico está claro que cada día
aparecerán más.
Si enseñamos a utilizar los móviles de manera útil en el aula, tal vez no hubiera tantas reticencias.
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