Gracias a los buenos consejos de
Serena, Jon pudo cenar e ir a dormir con la barriga llena.
A las 7:00 de la
mañana, Selena le despertaba para ir a trabajar. Los dos, al unirse, se
incorporaban al mundo. La vida de Jon no era posible sin Selena y Selena no era
más que un cachivache sin la oreja de Jon. Quitar y poner, contrarios que
activaban o desactivaban la mente y la vida de Jon a través de Selena.
Un día a Jon se le olvidó hacer el
ejercicio rutinario de volver a la vida. Entonces fue cuando descubrió en un rincón de casa
un objeto curioso y antiguo. (Quizá herencia de un abuelo) Cuidadosamente lo
cogió y lo abrió. Muchos jeroglíficos negros galopaban a través de la mirada
asombrada de Jon. Corrió hacía el cuarto en busca de Selena. Necesitaba saber
que era aquello, pues le tenía totalmente perplejo.
-
¡Buenos
días, Jon!
-
Buenos
días, Selena. ¿Qué es ésto?
- Libro.
600 gramos. 5.333.897 signos (identificados por los antiguos como «palabras»). Tapa
de madera. Papel reciclado. 102 años 11 meses y 67 días de antigüedad.
-
Y....
¿qué más?
- 15
cm x 13 cm (medida)
Sólo Selena podía descifrar esos signos
pretéritos. Jon insistió en querer saber más, pero eso no le estaba permitido.
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